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martes, 27 de octubre de 2015

Kurt Vonnegut



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EL CARTERO DEL CRETINO



     De Kurt Vonnegut (1922-2007) se ha escrito que fue la conciencia negra en Estados Unidos, y que el conjunto de su obra provocaba escozor, además de ser auténtico desobediente, visionario y un humanista profundo. Conocido por su novelas, La pianola (1951), Las sirenas de Titán (1959), Matadero 5 (1969) o El desayuno de campeones (1973), y las colecciones de relatos, Mire al pajarito (2009), la antología, Mientras los mortales duermen (2012), y la más reciente, y póstuma, La cartera del cretino (2013), que ahora publica en España, la recién creada editorial Malpaso, y que recoge los últimos cuentos encontrados entre los papeles del escritor, y que hasta la fecha no habían sido publicados.
        Seis relatos, un pequeño ensayo y un texto de ciencia-ficción sin acabar, que mantienen ese trazo satírico, tan oscuro como reflexivo, tan cómico como irónico habituales en Vonnegut, cuyas historias se mueven entre la desesperanza, o el optimismo y que, entre otras muchas cosas, nos sumergen en los rincones más oscuros del alma. Detalles de la vida cotidiana, tiempos vividos, como ocurre en el primero de estos relatos, “Entre tibio y Tombuctú”, el recuerdo de un joven pintor acerca de su esposa recientemente fallecida en un trágico accidente, con la muerte siempre presente en su vida; en, “Roma” ofrece una carga de finísimo humor, un relato donde Melody, una guapa joven de dieciocho años, descubre como el mafioso de su padre es un auténtico hipócrita, y es capaz de tergiversar su percepción de la realidad hasta límites insospechados; “Paraíso junto al río” una historia de adolescentes con la sorpresa final que, tal vez, pueda escandalizar por sus implicaciones; en el relato que da título al conjunto, “La cartera del cretino” muestra el arte del manejo de una cartera de valores de bolsa y cuanto esto pueda/ deba suponer en una vida común; lo bueno, lo mejor de esta vida, la visión de mujeres hermosas y bellas, ocurre en “Señorita Snow, está usted despedida”, una historia vital de amores y perdones; y en el último relato, “París, Francia”, el amor es tratado, en esta ocasión, desde el punto de vista de tres parejas diferentes, tres perspectivas, para llegar a una conclusión, “que el amor es una cosa bastante rara”.
        Muchos de sus cuentos, en general, se basan en la descripción del paisaje humano que queda tras la rápida acumulación de un exceso de bienestar, o de una vida en busca de ese stablishment norteamericano, o mejor dicho, tras sopesar las posibilidades reales de alcanzar dicho estatus. A Vonnegut le basta con abrir los ojos para tener un cuento. Insiste en un tono moral, quizá más presente y de un modo más sutil, sarcástico y punzante, en sus novelas, aunque siempre queda perfilado y delimitado en sus textos breves. Ofrece caricaturas de la América de su tiempo —el empresario avaro, el fracasado, el triunfador frívolo y espiritualmente vacío, el representante de ventas, abogados, o jubilados ociosos— y aunque su crítica, en ocasiones no profundiza, se muestra como un francotirador que dispara al encuentro de su objetivo, y así sus historias, también se resultan algo moralistas. 











EL CARTERO DEL CRETINO
Kurt Vonnegut
Barcelona, Malpaso, 2013


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