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miércoles, 20 de diciembre de 2017

Hoy invito a…



Herminia Luque*



 
       Vaya por delante que Pedro Martínez Domene es, a no dudarlo, uno de los mejores escritores en lengua española; tanto por sus obras de literatura infantil (Las ratas del Titanic) y juvenil (Después de Praga nada fue igual, Conexión Helsinki), como por aquellas en las que ejerce como crítico (en Cuadernos de Sur o en la revista Turia) y ensayista (Disidencias).

   En esta novela nos ofrece un relato que se bifurca en dos hilos narrativos. Uno, actual, que tiene como protagonistas a los jóvenes hermanos Galaor, Jorge y Diego; otro, ambientado en el siglo XVII, en un beguinato de Brujas, donde viven esas piadosas mujeres, las beguinas, que acogen en su comunidad a soldados españoles heridos para cuidarlos…En esa comunidad también se refugia Elisabeth, una joven cuyo marido ha de marchar a la guerra.

   Los hilos de ambas narraciones se van entrecruzando a raíz de la investigación –poco ortodoxa, a decir verdad- por parte de Diego sobre unos hechos que ocurrieron en ese beguinato, en el contexto de las guerras de Flandes, concretamente en los momentos del cerco de Ostende. Diego está empeñado en reconstruir una hipotética historia que se vertebra en torno a ese lugar donde conviven esas mujeres piadosas, laicas, que no están atadas por votos (no son monjas) y que por lo mismo suscitan tanta suspicacia, en cuanto a su ortodoxia y a la rectitud de sus intenciones, en las altas instancia eclesiásticas.

   Uno de los elementos más destacables es el lenguaje escogido por el escritor para expresar la voz del familiar de la Inquisición Diego de Santo Domingo y el superior de éste, Giordano, así como las  peripecias de la joven Elisabeth y el capitán español herido, Jorge de Deza. Un registro culto, elaborado, con estructuras sintácticas de cierta complejidad, que, en contra de lo que pudiera creerse, es de fácil lectura, por su transparencia y su innegable belleza. Sin duda es una apuesta arriesgada, pero de la que M. Domene sale airoso, para felicidad del texto y para goce del lector.

   Hay en el libro sorpresas simpáticas, como esa monja navarra que no carece de humor; o ese personaje entrañable, Nafii, un picarillo en toda regla. Y esa pintoresca historia que relaciona la ciudad de Brujas con la localidad malagueña de Casarabonela… También hay otros elementos más dramáticos como el accidentado viaje (a través del Eurotúnel) de Jorge, que va a reunirse con su hermano Diego a petición de este. Pero, sobre todo, los elementos trágicos se concentran en lo relacionado con el proceso inquisitorial abierto a las beguinas y el subsiguiente auto de fe, así como la angustiosa estancia del capitán español en el beguinato.

  Una novela, en fin, que une el relato histórico y la narración contemporánea con una soltura envidiable para dar lugar a un artificio novelesco impecable. Los jóvenes no debieran perderse este maravilloso libro; los jóvenes que todos llevamos dentro (más o menos visibles, más o menos ocultos, según opciones) tampoco. 

Pedro M. Domene. El secreto de las beguinas. Madrid, Trifaldi, 2016. 


* Herminia Luque (Granada, 1964), es narradora y ensayista. Su obra más reciente ha obtenido el Premio Málaga de Novela, Amar tanta belleza (2015). Antes había publicado Bitácora del Poseidón (2010), El códice purpúreo (2011) y Al sur de la nada (2013). Recientemente ha recibido una mención en XV Premio de Ensayo Carmen de Burgos por, Siempre guapa. El imperativo estético en la sociedad contemporánea, que aparecerá próximamente.
“Los escritores que nos acercamos al pasado lo hacemos por sus posibilidades narrativas y estéticas”. Ha ganado, recientemente, el Premio Málaga de Novela con Amar tanta belleza (Fundación José Manuel Lara, 2015), un retrato de la España del XVII a través del testimonio de la escritora María de Zayas.



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